Solamente nuestros propios padres son capaces de contradecir nuestras
reglas con tanta naturalidad. Por eso no hay motivos para preocuparse.
La función de los abuelos mayores no es la de educar nuestros hijos y, si
sabemos que la educación es hecha en nuestra casa, no hay peligro de que
los abuelos hagan de nuestro hijo un niño mimado y caprichoso.
Si a nosotros mismos nos cuesta resistirnos a los pedidos de nuestros
hijos, nuestros pequeños tiranos, no podemos extrañarnos que sus abuelos
sean aun mas susceptibles a ellos.
El papel que cumplen con sus nietos es simplemente el de abuelos. Abuelos,
no padres.
El problema surge cuando los hijos confunden los papeles de padres y/o de
abuelos. Sin duda ambos - siendo los dos importantes - son esencialmente
diferentes. En primer lugar, la responsabilidad sobre la educación y
formación de los hijos recaen sobre los padres y no es delegable. Son
ellos que planean las principales líneas educativas, los hábitos y los
valores humanos que desean transmitir a sus hijos.
Ante separaciones, divorcios de los padres; ante el hecho que hoy en día
las madres juegan un papel activo saliendo a trabajar, los abuelos tienen
un rol fundamental: los niños necesitan más que nunca de la estabilidad
que les proporcionan, su tiempo y protección. "la abuela tiene tiempo para
mí.”
Hoy en día, los abuelos disponen de más tiempo que los propios padres.
Hay otra diferencia esencial entre padres y abuelos, que los niños
perciben rápidamente: es más fácil entenderse con ellos en segundos. Por
que? Talvez porque los abuelos tengan un ritmo mas pausado, porque
mantienen el temperamento delante de las catástrofes, porque como no recae
sobre ellos la responsabilidad educativa, ellos no son continuamente
exigidos. Ser un abuelo es una de las alegrías especiales de envejecer.
Es la única relación en que unas personas aman a otras simplemente porque
respiran, hablan y crecen, y además se sienten requeridas por sus nietos
que buscan su cuidado y afecto a cada momento.
Todo eso produce una complicidad, una relación especial entre abuelos y
nietos, y donde los padres quedan fuera del juego. Los abuelos de hoy
todavía cuentan historias antes de acostarse, y los abrazos calurosos tal
como lo hacían los de antes; pero los mayores de la actualidad, también
cumplen otras funciones que son especialmente importantes para las
familias jóvenes actuales.
La mayoría de las familias de hoy con chicos pequeños está más ocupada que
en otras épocas.
Cuando la madre y el padre están trabajando fuera de la casa, ellos tienen
que pasarse tardes y fines de semana a su cuidado, poniéndose al día en
los quehaceres y mandados. Los abuelos pueden ofrecer a los niños en
familias ocupadas la posibilidad de estar con adultos que les brinden
compañerismo, una oreja que los escuche y, quizás, un estilo de vida más
tranquilo. Los nietos sienten que los abuelos tienen tiempo para
dedicarles sólo a ellos. El peligro de que los abuelos deseduquen a los
nietos no existirá desde que los niños no tengan dudas sobre donde reside
la autoridad. De esta forma, los padres se relajan un poco, la educación
de los niños no se pierde y ellos quedaran deseosos de volver a visitar a
los abuelos.