ESPOSOS SIN HIJOS
 

 


 

PARA TI, QUE DESEAS UN HIJO


Transitando por la vida
te encontrarás con mil caminos,
irás forjando tu destino
con el sudor de tu frente,
y fertilizarás la tierra
con las lágrimas de tus ojos.
Cuando a veces no sepas
si mañana brillará el sol
radiante como otro sol
en la sonrisa de un hijo.
Sigue soñando mujer
que Dios te dará ese hijo
cuando menos lo pienses
y cuando el lo disponga.
Cada instante será preciso
para que alimentes ese sueño,
que aunque comenzó pequeño,
fue creciendo con el tiempo,
dibujando un firmamento
de estrellas por alcanzar,
para un día así llegar
a conocer por ti misma,
lo que el amor significa...
detrás de esas miradas,
que hoy son canciones y versos
que son para ti la guía,
para emprender esta marcha que ha sido
tu compañera de tus noches y tus días...
Despertando la armonía
con la que quieres vivir...
 para siempre compartir
una palabra de aliento,
para aquel que va buscando...
para dar un sentimiento,
o para el alma abatida
que solloza por amor,
quizás por el dolor
que a hecho nido en tu pecho.
Comparte lo bello de la vida,
disfruta cada instante
como si fuera el primero,
para en días venideros
puedas mirar atrás y saber,
que diste de ti
lo mejor y aquello que más querías...
Vuela siempre en las alas
que el amor te ha regalado...
y tu legado será...
hacer siempre lo mejor,
dar de tu corazón todo aquello que ha nacido,
porque de allí han nacido muchas cosas .
Da una palabra o caricia
al que cruce en tu camino,
y siempre querrás ser
como el día de mañana...
donde todos miren siempre,
con esperanza y consuelo...
Quita de tus ojos la huella que da el dolor...
dibuja una sonrisa en la cara de los niños...
Entrega con cariño
tus manos de niña madre
a cualquier niño abandonado...
donde siempre volará
con las alas de tu alma,
y sentirá de ti la calma
que le darás con tus besos...

Ludy Mellt Sekher©

CÓNYUGES  SIN HIJOS

Fuente:
http://www.teletica.com/


 

Una pareja que no puede tener hijos siente sentimientos de tristeza, frustración y culpa, pudiendo incluso producir una crisis en la pareja. La forma de reaccionar de cada persona depende de diferentes factores: Cuando no se consigue el embarazo se puede correr el riesgo de causar diferencias entre los esposos, incluso la ruptura.
En el caso de que el problema pueda tener solución y se haya optado por seguir un tratamiento de fertilidad, es frecuente que desde el comienzo de éste aparezcan síntomas de ansiedad debido al temor a no lograr el embarazo y a que las parejas pierdan interés por las relaciones sexuales. Éstas quedan programadas para los días más fértiles buscando un objetivo, por lo que dejan de ser espontáneas.
En otros casos, la pareja se encuentra ante la noticia de que no pueden tener hijos y, a pesar de llevar tiempo intentándolo, generalmente reaccionan con incredulidad y sorpresa. Pasan de la ansiedad por lograr el embarazo a un sentimiento de tristeza y frustración, que hace que en algunos casos las parejas entren en crisis. A partir de esta noticia tendrán que planear su futuro de manera diferente.
Casi todas las parejas estables, tarde o temprano, organizan su vida con la idea de tener hijos y dan por supuesto que así será. Cuando llevan tiempo intentándolo y no lo consiguen crece la ansiedad, pero el desconcierto y el dolor llega cuando las pruebas médicas confirman las sospechas.
A partir de ese momento el sufrimiento, la frustración, la culpa y el fracaso es común en las parejas.
El impacto emocional que esto causa, afecta ahora su proyecto de familia y sus planes futuros no van a ser como esperaban y tendrán que reorganizar su futuro adaptándose a la nueva situación. Aceptarlo y asumirlo cuanto antes es la mejor solución para evitar más sufrimiento.
La forma de reaccionar de cada persona ante la imposibilidad de tener hijos suele variar según la personalidad de cada uno, el ambiente social, familiar y cultural, la edad, el sexo, y al amor por supuesto etc. Sin embargo, hay una serie de características comunes que diferencian la forma de reaccionar de los hombres y las mujeres.
Por lo general, los hombres tienden a no hablar sobre el tema, prefieren evitar las conversaciones acerca de su esterilidad, incluso tratan de evitarlas con su propia pareja, produciéndose de esta forma un distanciamiento y una falta de comunicación entre ellos. Sin embargo, en las mujeres no existe este sentimiento de vergüenza, pero generalmente en ellas el sufrimiento es mucho mayor, ya que el concepto de mujer y maternidad han estado tradicionalmente unidos y, aunque esto empieza a cambiar, la maternidad siempre ha sido un objetivo de la mujer y, en cierto modo, puede considerar que su vida está incompleta sin hijos.
Toda esta situación, provoca estrés en sí mismo, no es una causa de infertilidad pero sí es un factor psicológico muy importante a tener en cuenta. Aunque no está demostrado que influya en la posibilidad de que se produzca o no el embarazo, se sabe que muchas mujeres que no consiguen quedar embarazadas, cuando se olvidan durante un tiempo de esta obsesión, o cuando sus circunstancias laborales o familiares cambian y son menos estresantes, o adoptan un hijo, luego logran el embarazo tan anhelado sorpresivamente. Sin embargo, la medicina actual cuenta con múltiples técnicas y tratamientos para ayudar a estas parejas a concebir por lo que se debe de agotar todos los recursos si se desea ser padres.
Ante la noticia de la dificultad de concebir no debe haber desánimo y no pensar que si no se es madre no existe familia, por el contrario debe cultivarse la relación de pareja aun más, y mantener una buena relación, aceptando que la felicidad y la realización no dependen de lo que tengamos sino de quienes somos. La otra opción en estos casos, es explorar la posibilidad de convertirse en padres adoptivos. Existen cantidad de matrimonios que están viviendo una experiencia realmente placentera al haberse convertido en padres con hijos adoptados.

 



DESDE OTRO PUNTO DE VISTA


En la actualidad se considera que no tener hijos es tan correcto como tenerlos. El tener hijos es una elección y no una obligación.
Los mitos del pasado y las presiones sociales cada día van quedando atrás. Antes las mujeres eran madres como parte de ser mujer, tenían hijos quisieran o no, se les decía: "las mujeres nacieron para ser madres" y no se tenía otra opción. No podemos negar que el ser padre y madre genera gran alegría y satisfacción, pero a la vez sabemos que es una tarea dura, que implica sacrificio y sobre todo mucho amor.
Es decir, la paternidad - maternidad es una elección. Y como parte de esos cambios también se ha involucrado al hombre en la crianza de sus hijos. Ahora, se les recomienda a las parejas que desde antes de casarse reflexionen y hablen acerca de ese tema:
"¿Cuántos hijos quieren tener?"
"¿Queremos tener hijos o no?"
"¿Qué significa ser padre y madre?"
ALGUNOS EJEMPLOS:
Uno de las reflexiones extremas describe el deseo de maternidad como algo obsesivo, como una necesidad ineludible, que se sitúa en una dimensión genérica, como algo encarnado, cercano al instinto. Es algo que está más allá de la mujer, no ya como individuo, sino como persona.
Escapa a su voluntad, a su capacidad para racionalizar, e incluso a sus emociones. Encontramos "sorprendentemente" a mujeres con un perfil ideológico y social muy alejado del de la "mujer tradicional".
Ella tenía muy claro que quería quedar embarazada, que le estaba constando la salud y muchas cosas, pero era como imperativo, que tiraba de ella, muy fuerte… con un deseo muy grande, que en ningún momento, responde a la función biológica.
Deseaba tener un hijo y no quedaba embarazada y se sentía como muerta en vida... su trabajo quedaba muy lejano, sus amigos quedaban lejanos, todo lo demás quedaba lejano, esto era su figura, su principal objetivo.
En el lado opuesto encontramos lo que dicen aquellas mujeres que ven que su vida ha estado marcada por la imposición de un modelo de mujer y de vida en el que no se reconocen pero es "el suyo", casi como "un negativo" de su verdadera voluntad.
Llegan e expresar que no han deseado nunca tener hijos, no han sentido eso de "la llamada de la madre", pero saben que socialmente no es una opción legítima, y por ello, en todas sus "batallas" ha sido vencidas.
O se quedan solas y rompen con todo, o siguen en una espiral sin salida, en un camino en el que cada vez se reconocen menos. Su pareja, su familia, la educación religiosa recibida...todo las ha abocado a una situación contradictoria y enormemente conflictiva en términos personales.
Una variante significativa se formula cuando se reconoce que es el deseo de la pareja, del marido, o la esposa el que empuja, el que se expresa como más fuerte que el del otro.
La sensación de perplejidad que esto produce conduce a intentos de explicación que pasan frecuentemente por un cuestionamiento del deseo de la pareja como "verdadero deseo" de tener hijos. Bien porque en realidad lo que se descubre en el hombre es el sentimiento de "ver amenazada su virilidad", bien porque se considera que la maternidad y la paternidad son diferentes, y no tienen las mismas implicaciones, ni simbólicas, ni físicas, ni materiales en términos de dedicación a los hijos.
Él niega la obsesión, niega la efectividad de las presiones sociales, y trivializa el motivo de la búsqueda de hijo. Lo describe como algo más en una vida plena, en un sentido casi material y hedonista, anclado en una imagen de la sociedad de consumo, en la que el hijo formaría parte del "conjunto estándar". En cambio su esposa seguirá siempre soñando con tener ese hijo.

Fuente:
http://www.teletica.com/


 


Ludy Mellt Sekher©


Fragmento de :
"Haz de ti un Triunfador"
I.S.B.N.2.823.-331-25-9
©Ludy Mellt Sekher
©Editorial L.M.S.
Montevideo Uruguay
 


 

 


 

 

 

Visita nuestras otras páginas

CASTILLO SEKHER

ATALAYA DE CALÍOPE


CATEDRAL DE POESÍA Y PINTURA

Invitación a la Magia de Ludy

CARICIAS AL ALMA DE LUDY MELLT SEKHER


HERMANDAD ÁGUILA DORADA

INSTITUTO IMISPA

 

Google

Servicios informáticos completos de:

Hospedaje de sitios web, servicios informáticos